jueves, 22 de junio de 2017

Korantia: Emancipación de una colonia

En la campaña que llevo dirigiendo desde hace algunos meses ha llegado el punto en el que Tirta, la colonia fundada por habitantes de la poderosa ciudad de Borisa, ha alcanzado un tamaño tal que está muy próxima a comenzar el proceso de emancipación, convirtiéndose en una ciudad por derecho propio.

El caso es que en Shores of Korantia, aunque se hace alguna mención a estos acontecimientos, no son demasiado específicos. Lo más importante es que la nueva polis puede escoger su propio sistema de gobierno y su propia constitución -que pueden no coincidir con los de su metrópolis, aunque la lógica implica que en la mayoría de los casos probablemente sea así-, todo lo cual queda consagrado mediante el despertar de un nuevo aspecto de Orayna, la diosa del Paraíso. Un fragmento de esta divinidad es adorado en cada ciudad korantia, pues se trata de la diosa que encarna las leyes y sociedad. La ciudad, en resumen. De hecho, cada fragmento de Orayna recibe el nombre de la ciudad que protege -así que, a menos que se rebautice la población cuando se convierta en ciudad, la nueva diosa será llamada Tirta-, y vive y muere junto con la localidad y sus habitantes.

Es un punto de partida, con algunos datos con los que ir trabajando, porque ¿cómo es en realidad el proceso de emancipación? No se explica, así que me puse a darle vueltas al asunto. Se trata de una de las partes más importantes de la campaña, y me gustaría que estuviese bien pensado. Después de darle unas cuantas vueltas, decidí que sería un proceso en varias partes. No un único ritual, sino una serie de eventos, en los que el carácter cívico se mezclase con el religioso, con la máxima participación de la ciudadanía. Que son quienes han de aportar los Puntos de Magia para el despertar de su diosa patrona, después de todo.

De modo que el proceso llevará los siguientes pasos:

  • Da comienzo con una ceremonia multitudinaria. Una procesión rodeando los muros de la ciudad, para a continuación entrar y realizar paradas en cada uno de los templos y altares, donde se ofrecen sacrificios a las diferentes deidades, solicitando su protección y guía. El momento culminante tiene lugar en el altar de Borisa, a la que se le rinden los mayores honores y ofrendas. Se trata de agradecer a la diosa la protección mágica que ha otorgado a la colonia, además de aplacar cualquier acceso de ira que pudiese tener al verse sustituida por otro fragmento de Orayna. Lo tradicional es que en este momento se presente en el altar alguna ofrenda de especial valor e importancia. Este presente será enviado a continuación a la metrópolis, donde será exhibido en el templo de Orayna. Cuanto mayor resulte el valor de este regalo, mayor será el prestigio para la antigua colonia.
  • Dos días después de la ceremonia anterior, se celebran unos juegos en honor a los dioses. A lo largo de varias jornadas tienen lugar las pruebas de carreras de velocidad y de fondo, de salto, lanzamiento de disco y de jabalina, de lucha y de pugilismo, y finalmente la prueba reina, la carrera de cuádrigas. Los vencedores reciben grandes honores y se consideran favorecidos por los dioses, de modo que sus opiniones son tenidas en cuenta en la gran asamblea que tendrá lugar posteriormente.
  • Como parte de los juegos también se realizan certámenes de música, poesía y teatro. Los autores e intérpretes galardonados reciben el mismo reconocimiento que los atletas vencedores en los juegos.
  • Finalizadas todas estas pruebas, se abre la asamblea pública. Llevada a cabo en el ágora, y bajo la protección de la diosa cívica y de su sacerdocio, todo aquel que lo desee puede hablar y exponer sus opiniones y puntos de vista, sean cuáles sean, acerca de la constitución y el nuevo sistema de gobierno que habrá de guíar el destino de la nueva polis. Las discusiones pueden llegar a ser extremadamente acaloradas, pero la violencia está terminantemente prohibida. Incluso aquellas opiniones consideradas habitualmente perniciosas e ilegales en la colonia pueden ser expresadas con libertad bajo la hégida de la diosa -tratar de impedirlo se considera un sacrilegio-, siempre que sea en el ágora. Este debate puede prolongarse a lo largo de varios días, con diferentes facciones enfrentadas entre sí, discutiendo acerca de las virtudes de sus ideas políticas y atacando a las de los demás. Por supuesto, la tradición tiene mucho peso, y el modo de gobierno propio de la metrópolis, y que los colonos han conocido durante toda su vida, es con diferencia el que tiene mayores probabilidades de ser aceptado. Pero puede haber sorpresas.
  • Cuando, de un modo u otro, la asamblea ha llegado a un acuerdo -aunque solo sea por agotamiento, y porque no es posible desatender durante demasiado tiempo las labores propias-, la nueva constitución es llevada hasta el altar de la diosa cívica. En el momento culminante de todo el proceso, la nueva diosa es invocada cuando la Primera Madre oficia la ceremonia que reencauza toda la energía mágica generada por los fieles -el Punto Mágico que es permanentemente "empeñado" por cada iniciado- para despertar al aspecto de Orayna que se convertirá en patrona de la ciudad de ahora en adelante. Inmediatamente después la constitución y leyes escogidas son consagradas, y se lleva a cabo cualquier nombramiento especial que pudiera resultar necesario, como la coronación de un rey, por ejemplo.
  • Una fiesta y banquete multitudinario -dentro de las posibilidades del nuevo estado- sirven como punto final de todo el proceso.


Pues más o menos ese es el calendario previsto. En la última sesión jugada, de la que todavía me falta guardar registro en forma de entrada aquí, los PJ ya fueron informados del proceso. Algunos decidieron que probarían suerte en algunas competiciones atléticas, y uno de ellos ha optado por participar en el certámen de música.

La parte más importante, por supuesto, es la de la asamblea. Para llevar a cabo esto en términos de juego, pues sería demasiado largo, complejo y confuso jugarlo únicamente a través de la interpretación, estoy barajando posibilidades. Estoy pensando en realizarlo mediante las reglas para conflictos de Revolution d100, una especie de "todos contra todos", en la que diferentes facciones cuenta con sus propias reservas y valores. Hay otros sistemas para dirimir este tipo de disputas sociales, como el preparado por Runeblogger aquí, que me parece una alternativa interesante.

Y desde luego, esto es únicamente la previsión de acontecimientos si todo se desarrolla del modo tradicional. Y ya se sabe lo escasamente que se dan esos casos en partidas roleras.

4 comentarios:

  1. ¡Cómo mola! Seguro que a los jugadores les encantará participar en esta emancipación. Me parece un momento importante y me parece muy bien el enfoque que le has dado. Y tengo muchas ganas de ver cómo diriges la asamblea. Supongo que prepararás una facción que defienda políticas contrarias a las que supones que defenderán los jugadores, para que así se sientan motivados a participar y decidir el futuro de su ciudad. Y claro, para algo tan decisivo como esto, nada mejor que unas buenas reglas de debates... :-)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. En realidad, son varias las facciones que van a debatir. Los PJ parecen estar cómodos con el statu quo actual, lo que significaría adoptar una tiranía, como en la metrópolis. De hecho, uno de los PJ tiene como Pasión un gran odio por la democracia ;D.

      De usar las reglas de Revolution d100, será si encuentro una forma de incluir los Traits, para darle algo más de enjundia al asunto. De lo contrario, tendré que pensar alternativas. Tus reglas me parecieron muy aptas, aunque quizá demasiado concretas para la "gran melé social" que supondrá la asamblea. Es todo cosa de estudiarlo bien.

      Eliminar
  2. Ya tenemos hoja de ruta, y como comenta Runeblogger a mi personaje le interesa especialmente este proceso. Mis compañeros parecen más neutrales en cuanto a la forma de gobierno, excepto Kasadya porque es la protegida/seguidora de culto de un pro-monarquía. Yo no quiero decir nada, pero si el master es lo suficientemente puñetero para que alguien se acerque a los otros personajes jugadores con un bolsa de monedas si habla a favor de la democracia... Veremos si la ley de la no violencia es tan sagrada, xD.
    En fin, emocionado con jugar esta parte y entusiasmado de partir con ventaja, porque no decirlo.

    PD: Lástima que mi canción "los demócratas que robaron la ofrenda" basada en las últimas aventuras no estuviera tan bien compuesta, sino ya lo tendríamos en el bolsillo, jeje.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es que, como comentó alguno, no había mucho material para realizar una gran épica, a menos que se quisiese dejar fuera ciertos detalles escabrosos ;).

      Espero que el asunto del nuevo gobierno tenga importancia y mueva a los personajes. Pero en esto solo puedo disponer situación y ganchos. Luego tienen que ser los propios jugadores quienes decidan en qué prefieren implicarse...

      Eliminar