miércoles, 8 de octubre de 2014

Infierno nevado, de Ismael Martínez Biurrun

De entre la extensa correspondencia mantenida por H.P. Lovecraft con amigos, admiradores y colegas, una de las cartas conservadas destaca particularmente. Incluida en ocasiones en antologías, la misiva original fue enviada a Donald Wandrei en 1927, y en ella el escritor de Providence relata uno de los sueños tan vívidos que acostumbraba a tener, según contaba.

El relato de dicho sueño consistía, casi por derecho propio, en todo un relato del tipo que acostumbraba HPL. La historia de una expedición romana, tropas que se internan en las regiones montañosas del norte de la Península, en busca de uno de esos pueblos antiguos, degenerados y aliados con extraños y despiadados poderes a los que tanto acostumbraba el autor. Esa antigua raza tenía aterrorizadas a las tribus de primitivos vascones, y la fuerza expedicionaria tiene por objeto restituir la paz y acabar con cualquier amenaza. Por supuesto, acabarán metiéndose de cabeza en algo que les viene grande por mucho. La historia del sueño está inacabada, pero permite intuir el triste final que aguarda a los legionarios.

En 2006 la editorial Equipo Sirius publica, bajo su sello Transversal, Infierno nevado (Infernu elurtua), de Ismael Martínez Biurrun, que se estrenaba con esta su primera novela (a día de hoy cuenta ya con unas cuantas más en su haber). El autor recogía el guante arrojado por Lovecraft más de setenta años antes, y convierte la semilla de un relato nacida de un sueño en una novela completa.

La historia no es exactamente la misma hasta en sus mínimos detalles. Pero sigue un planteamiento inicial muy similar -aunque los nombres de muchos personajes están alterados, y Martínez Biurrun añade un importante personaje, un mestizo de romano y vascón; Algo que Lovecraft probablemente jamás habría tolerado-, pero tratándose como se trata de una novela, sigue un extenso desarrollo mucho más allá del punto ominoso en el que se detuvo la narración original.

La historia se sitúa en el año 75 a.C., durante la guerra entre Pompeyo y Sertorio en Hispania. Las tropas leales a Roma se disponen a invernar, pero sus problemas aumentan cuando algunos cargamentos de trigo que tenían como destino los acuartelamientos romanos desaparecen. Se dice que los saqueadores han sido los miembros de una antigua raza que habita esas mismas montañas. La expedición romana enviada tiene como objetivo tanto la recuperación de los alimentos robados como el castigo de los ladrones.

Este es uno de esos relatos que nada más empezar, el lector ya sabe que la cosa no va a acabar bien para los protagonistas. Aunque no nos encontramos exactamente ante una novela de terror -pero el terror, indudablemente, es un importante componente de la misma-, hay un cierto fatalismo, evidente desde el principio. Y bueno, saber en qué se inspira la historia tampoco lleva a pensar otra cosa.

Pero como decía, no se trata únicamente de una historia de terror. Hay muchos villanos en esta historia, tanto da si son humanos como si no. Las muestras de crueldad de los hombres que aparecen aquí, sin importar si son romanos o nativos, no tienen demasiado que envidiar, en realidad, a las atrocidades cometidas por seres menos clasificables.

Pero también hay héroes. Ya sea de forma colectiva, como cuando en ciertos momentos, las tropas romanas, sobreponiéndose a su terror gracias a su disciplina, plantan cara de forma organizada a un asalto de criaturas sobrenaturales. O ya de forma individual, como cuando Arranes, el mestizo que conoce los modos y costumbres de romanos y vascones, aunque no sea del todo aceptado en ninguno de esos pueblos, se revela como un héroe trágico, una figura en torno a la cual se forjan leyendas. O así le describe el autor.

La novela está escrita con buen oficio. El autor tenía ya ganados algunos premios literarios gracias a sus relatos, pero esta ha sido su primera novela publicada. Su estilo es sencillo, carente de florituras. Usa un lenguaje sencillo pero preciso en sus descripciones, apropiado para el narrador escogido, uno de los miembros de la expedición que cuenta, en primera persona y desde el tiempo y la distancia, los "horribles sucesos acaecidos" de una forma tan típica en los relatos de los Mitos. Logra crear una atmósfera apropiada para la historia, la sensación de que las tropas se mueven por un territorio desconocido y en más de un sentido, completamente hostil.

En un contexto rolero, no se me ocurre mejor ejemplo de lo que puede ser una ambientación como la de Cthulhu Invictus. Pero su lectura no necesita apoyarse en ninguna motivación de ese tipo. En sí misma es una novela entretenida e interesante, que en absoluto desmerece la fuente en la que se inspira.

6 comentarios:

  1. Vascos y mazmorras no, pero esto si que es Vascos y Cthulu...:-)

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  2. Muy entretenida y disfrutable, aunque el autor la ve como un tributo a Lovecraft y parece que está mucho más orgulloso con sus siguientes novelas, las cuales parecen más Unknown Armies :D. Tienen muy buena pinta sus tres novelas posteriores a esta:

    Rojo alma, negro sombra (451 Editores), Premio Celsius y Nocte

    Mujer abrazada a un cuervo (Salto de Página), de nuevo ganadora del premio Celsius.

    El escondite de Grisha (Salto de Página), aplaudida por El Cultural como “una buena, original y desasosegante historia de almas trastornadas”.

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    Respuestas
    1. Te ha faltado mencionar Un minuto antes de la oscuridad, publicada este mismo año por Fantascy.

      Y en cuanto a que Infierno nevado es un homenaje a Lovecraft... ¿En serio? Jamás lo habría adivinado... ;D. En cualquier caso, es una buena lectura.

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    2. La información no es que sea un tributo, la información es en que no quiere ni releerla porque es un tributo, eso no le pasa con sus otras novelas.

      Puedo añadir que dijo que se atascó mucho con esa novela y que la terminó por cabezonería y demostrarse que era capaz.

      La novela está bastante bien como para no sentirse avergonzado como mínimo. Pero parece que al ser un tributo tiende a minusvalorarla. Creo que tributo es la palabra que usó en la entrevista que leí.

      No añadí la última novela porque no sabía si era de ciencia-ficción, en vez de terror a lo Unknown Armies. Pero tenía que haberlo hecho :(. Buena corrección.

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    3. Vale, Gilen, tranquilo. Sólo era una broma.

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